LA ALACENA LA HELADERA Y LA OBESIDAD
El impacto en la familia de la tenencia de alimentos cotidianos,
modo de festejo de cumpleaños, comidas rápidas y aspecto del niño,percepción y autopercepción de la madre y volumen corporal
AUTORES: Eduardo A. Cueto Rua (1). Ricardo Wright (2), María Cristina Arregui (1), Norberto Recalde (1), Mónica Vernizzi (2), Romina del Valle Molina (2), Carmen Otegui (1), Verónica Validiviezo (1), Agustina Palacio (2), Cecilia Zubiri (1), Luciana Guzman (1), Carlos D. Filipuzzi (1), Mariana Allende, María de los A. Savia (1), Guillermo Alarcón (1), María Victoria Juárez (2), María Stefania Pérez Aagaard (2), Cristina Salvatierra (2), Ana María Soria (1), María Belén Pérez Aagaard (2), Viviana Bernedo (1), Lorena Menéndez (1), María Emilia Fage (2), Lorena Fernández (2), Gabriela Sbarbati (1), Rocío Virgili (2), Luciana González Ramella (2), Claudia Losada Gómez (1), Anabella Zosi (1), María Inés Urrutia (3), Sandra Wac (4), Ricardo Drut (5),Teresita González Villar (1).
(1) Pediatra, (2) Nutricionista, (3) Calculista Científico (4) Nutricionista Clínico (5) Patólogo.
ENTIDAD: Postgrado de Gastroenterología, Hepatología y Nutrición pediátrica de la Facultad de Medicina de la Universidad Nacional de La Plata.
PROVINCIAS PARTICIPANTES:
Buenos Aires, Ciudad Autónoma de Buenos Aires, Córdoba, Tucumán, San Juan, Neuquén, Catamarca y Santiago del Estero.
RESUMEN
INTRODUCCION
La selección de alimentos y patrón dietario impactan en el peso desde la edad pediátrica. Hábitos dietarios no saludables, que incluyan alimentos con azúcares agregados, sodio y grasas saturadas, están asociados a un aumento del riesgo de obesidad en la infancia.
OBJETIVO. Determinar la relación eventual entre los alimentos que regularmente se adquieren, ofrecen y consumen, con riesgo potencial de generar sobrepeso y obesidad
MATERIALES Y MÉTODOS: Se realizó un estudio analítico y transversal, utilizando una encuesta estructurada y cerrada, desde el 1-1-19 al 31-7.19 en una muestra representativa de madres de niños de 1 a 10 años. Los encuestadores fueron pediatras y nutricionistas de distintas provincias de la Republica Argentina. La herramienta utilizada es de carácter original y fue propuesta y/o ampliados por los participantes. El Estado nutricional se llevó a cabo sobre la autopercepción de la madre encuestada y la percepción del encuestador sobre la madre y el niño encuestado. Las categorías que se utilizaron fueron: delgado, peso normal, sobrepeso y obesidad. El Análisis de los datos se realizó mediante el Programa EpiInfo 6 (CDC/WHO). Las diferencias entre promedios y porcentajes se analizaron mediante ANOVA y Chi cuadrado, respectivamente.
RESULTADOS. Se realizaron 1144 encuestas, de las cuales el 50,09% (n=573) correspondieron a niñas y el 49,91% (n=571) a niños, con una edad media de 5,59 ± 2,83. Aspecto de los/as niños/as: se observaron delgados el 20,6% (n= 236), normales el 54,7% (n=626); con sobrepeso 18,4% (n=210) y obeso/as el 6,3% (n=72). Los alimentos que predisponen al aumento de niños con sobrepeso y obesidad fueron: yogur, jugos, mostaza, ketchup, fiambres, salchichas, hamburguesas, salsas listas, postres, gaseosas, crema, helados, frutas en latas, picadillos de carne, conservas, jugos en sobre, papitas, chizitos y palitos. Los cinco alimentos que generaron la mayor proporción de niños con sobrepeso y obesidad, (cuya media es 24,7%) fueron: Palitos: 48.5%; Chizitos: 42,4%; Papitas: 39.4%; Gaseosas 37.9 %; Jugos en sobre 36.5%. En relación entre el consumo de comidas rápidas y aspecto del niño se observó que a medida que aumenta la frecuencia de concurrencia a locales de comida rápida, aumentan la proporción de niños y madres con sobrepeso y obesidad. Se realizó finalmente el análisis sobre la distribución de los diferentes aspectos de los niños, en relación entre el volumen corporal y la percepción del operador y la autopercepción de la madre. Cuando analizamos los diferentes grupos de las “Distorsiones” surge que las madres que se ven de menos volumen del que tienen aumentan mucho la proporción de niños con sobrepeso y obesidad
CONCLUSIONES: 1) La sola existencia de algunos alimentos como habito cultural de provisión en la familia, condiciona muy significativamente la tendencia de sobrepeso y obesidad. 2) Los alimentos provistos en los cumpleaños condicionan significativamente la existencia de niños con sobrepeso y obesidad. 3) Impacta significativamente más lo que se oferta en la casa que lo que se oferta en los cumpleaños. 4) Cuanto mas concurren los niños a los locales de comidas rápidas mayor es el número de niños con sobrepeso y obesidad. 5) Las madres que se ven a si mismas de menor volumen a lo observado por el operado aumenta la proporción de niños con sobrepeso y obesidad
SUMMARY
INTRODUCTION
Food selection and dietary pattern impact weight from pediatric age. Unhealthy dietary habits, including foods with added sugar, sodium, and saturated fat, are associated with an increased risk of childhood obesity.
OBJECTIVE. Determine the eventual relationship between the foods that are regularly purchased, offered and consumed, with the potential risk of generating overweight and obesity
MATERIALS AND METHODS: An analytical and cross-sectional study was carried out, using a structured and closed survey, from 1-1-19 to 31-7.19 in a representative sample of mothers of children from 1 to 10 years old. The interviewers were pediatricians and nutritionists from different provinces of the Argentine Republic. The tool used is original and was proposed and / or expanded by the participants. Nutritional status was carried out on the self-perception of the surveyed mother and the interviewer’s perception of the mother and child surveyed. The categories used were slim, normal weight, overweight and obesity. Data analysis was performed using the EpiInfo 6 Program (CDC / WHO). Differences between averages and percentages were analyzed using ANOVA and Chi square, respectively.
RESULTS. 1144 surveys were carried out, of which 50.09% (n = 573) corresponded to girls and 49.91% (n = 571) to boys, with a mean age of 5.59 ± 2.83. Aspect of the children: 20.6% (n = 236) were thin, 54.7% normal (n = 626); 18.4% (n = 210) were overweight and 6.3% (n = 72) were obese. Foods that predispose to the increase of overweight and obese children were yogurt, juices, mustard, ketchup, cold cuts, sausages, hamburgers, ready sauces, desserts, soft drinks, cream, ice cream, canned fruits, meat mincemeat, preserves, juices in envelope, chips and sticks. The five foods that generated the highest proportion of children with overweight and obesity, (mean 24.7%) were: Sticks: 48.5%; Chizitos: 42.4%; Chips: 39.4%; Soft drinks 37.9%; Juices at about 36.5%. Regarding the consumption of fast foods and the appearance of the child, it was observed that as the frequency of attendance at fast food places increases, the proportion of children with overweight and obese mothers increases. Finally, the analysis was carried out on the distribution of the different aspects of the children, in relation to the body volume and the perception of the operator and the mother’s self-perception. When we analyze the different groups of the “Distortions” it appears that mothers who see themselves with less volume than they have, greatly increase the proportion of children who are overweight and obese
CONCLUSIONS: 1) The mere existence of some foods as a cultural habit of provision in the family, very significantly conditions the trend of overweight and obesity. 2) Food provided on birthdays significantly conditions the existence of overweight and obese children. 3) It impacts much more what is offered at home than what is offered on birthdays. 4) The more children attend fast food outlets, the greater the number of children who are overweight and obese. 5) Mothers who see themselves as smaller in volume than observed by the operator increases the proportion of children who are overweight and obese
INTRODUCCIÓN
La OMS (2019) refiere que la nutrición es la ingesta de alimentos en relación con las necesidades dietéticas del organismo.[1] Una buena nutrición (una dieta suficiente y equilibrada combinada con el ejercicio físico regular) es un elemento fundamental de la buena salud. Por lo mismo, una mala nutrición puede aumentar la vulnerabilidad a las enfermedades, alterar el desarrollo físico y mental, la respuesta inmune, y hasta reducir la productividad.[2]
Aguirre (2004) refiere que “frente a la universalidad del hecho biológico se nos presentan las infinitas formas que ha tomado su satisfacción en gente de distintos pueblos, en distintos lugares y a través del tiempo. Una característica importante de la alimentación vista desde el punto de vista antropológico es que las formas culturales de comer terminaron condicionando la necesidad biológica de hacerlo”.[3]
Históricamente el hombre procuró conservar los alimentos a través de diferentes técnicas, con el fin de contar con ellos desde los momentos de abundancia, hasta en los estados de carencias. Por lo cual ha hecho, acopio de granos de cereales secos, distintas carnes, inicialmente con pequeños animales vivos (cabras, ovejas, pollos, entre otros) o través de procedimientos de conservación como el salado, desecado, ahumado, calor y medios ácidos, o bien aumentando la cantidad de sal o de azúcar, para impedir el desarrollo de gérmenes por falta de agua disponibles en unos (salados) y acidificación en otros (azucarados). [4]
La industria alimentaria ha investigado e implementado procesos físicos, químicos, genéticos, biológicos y de marketing, con el fin de facilitar la producción y conservación de los alimentos, pero inevitablemente ha alterado o desnaturalizado las características intrínsecas de los mismos.
Lo anterior se fundamenta en que las nuevas dinámicas familiares, los extensos horarios laborales y la falta de tiempo que conlleva a la escasa realización de actividades recreativas y/o deportivas, hacen que la población opte por soluciones rápidas a la hora del consumo de alimentos, modificando por tanto los patrones de consumo y colocando en lo más alto del podio alimentos y bebidas ultra procesadas que son las responsables en gran parte de los problemas de actuales de salud, especialmente el exceso de peso.
El proceso de industrialización de los alimentos en gran escala ha realizado transformaciones en su sabor, aromas, color, texturas y modificaciones principalmente de macro y micronutrientes. Estas alteraciones se encuentran estrechamente relacionadas con el sobrepeso y obesidad, esteatosis hepática y síndrome metabólico, entre otras.[5] [6]
Por estos motivos, consideramos oportuno analizar aspectos culturales vinculados a la alimentación de los niños tanto en las compras alimentarias hogareñas y el contenido habitual de las “alacenas” así como el festejo del cumpleaños infantil. Respecto a esto último, analizamos los alimentos que se ofrecen y las actividades de entretenimiento que se realizan en el mismo.
El objetivo final del presente trabajo fue determinar la relación eventual entre los alimentos que cotidianamente se consumen, con el riesgo potencial que podrían generar a nivel salud en base a la presencia o no de los mismos en el ámbito familiar y social.
MATERIALES Y MÉTODOS
Se realizó un estudio analítico y transversal, utilizando una encuesta estructurada y cerrada, desde el 1º de enero de 2019 al 31 de julio del mismo año, sobre una muestra representativa de madres de niños de 1 a 10 años. Los encuestadores fueron todos médicos pediatras y nutricionistas pertenecientes a distintas provincias de la Republica Argentina.
Para la recolección de los datos se utilizó una encuesta estructurada y cerrada sobre los alimentos y productos de la/s alacena/s y la/s heladera/s, las comidas y bebidas ofrecidas en los cumpleaños, así como en las actividades pasivas o activas ofrecidas en el mismo (Ver anexo 1). La herramienta utilizada es de carácter original y fue propuestos y/o ampliados por los nutricionistas y pediatras participantes.
Estado nutricional
Se llevó a cabo sobre la autopercepción de la madre encuestada y la percepción del encuestador sobre la madre y el niño encuestado. Las categorías que se utilizaron fueron: delgado, peso normal, sobrepeso y obesidad.
Análisis de los datos
Se realizó mediante el Programa EpiInfo 6 (CDC/WHO). Las diferencias entre promedios y porcentajes se analizaron mediante ANOVA y Chi cuadrado, respectivamente.
RESULTADOS
Se realizaron 1144 encuestas, de las cuales el 50,09% (n=573) correspondieron a niñas y el 49,91% (n=571) a niños, con una edad media de 5,59 ± 2,83
ASPECTO DE LOS/AS NIÑOS/AS: se observaron delgados el 20,6% (n= 236), normales el 54,7% (n=626); con sobrepeso 18,4% (n=210) y obeso/as el 6,3% (n=72).
AUTOPERCEPCION DE LA MADRES: se auto percibieron delgadas el 15,0 % (n= 172), normales el 53,1% (n=607); con sobrepeso 23,4 % (n=268) y obesas el 8,5% (n=72).
PERCEPCION DEL OPERADOR: se percibió delgadas al 14,5 % (n= 166); como normales al 43,8% (n=607); como con sobrepeso 27,6 % (n=316) y como obesas el 14,1% (n=161).
CORRELACION DE ASPECTO DE LOS NIÑOS/AS CON LO EXISTENTE EN LA ALACENA Y LA HELADERA
A continuación se detalla el orden de los alimentos con mayor presencia en los hogares y la correlación con el aspecto del niño.
En la tabla 1 se puede deducir que hay productos que no modifican las proporciones de los niños que identificamos con la letra Ω. Otros productos cuya presencia produce incremento de los niños delgados y normales identificamos con el símbolo. @. Y finalmente el grupo de alimento que aumenta la proporción de niños con Sobrepeso y obesidad que identificamos con la letra €.
En la última columna de la Tabla 1 se muestra en el porcentaje de niños con sobrepeso y obesidad en cada producto alimenticio evaluado.
Es así, que resultaron neutros (Ω): arroz, fideos, huevos, sal, carne, azúcar, leche, aceite, harinas, queso común, galletitas dulces, mayonesa, mermeladas, galletitas saladas, dulce de leche, pan común, queso untable, agua natural, manteca, tomate, pescado en lata, copos de maíz, aceitunas, pan de molde, limonada y morrones.
Mientras que los alimentos que tuvieron relación con niños delgados o normales (@) fueron: frutas frías, frutas naturales, legumbres, agua mineral y frutas secas; y aquellos alimentos que predisponen al aumento de niños con sobrepeso y obesidad (€) fueron: yogur, jugos, mostaza, ketchup, fiambres, salchichas, hamburguesas, salsas listas, postres, gaseosas, crema, helados, frutas en latas, picadillos de carne, conservas, jugos en sobre, papitas, chizitos y palitos.
Los cinco alimentos que generaron la mayor proporción de niños con sobrepeso y obesidad, (cuya media es 24,7%) fueron: Palitos: 48.5%; Chizitos: 42,4%; Papitas: 39.4%; Gaseosas 37.9 %; Jugos en sobre 36.5%. Tabla 1
TABLA 1: ALACENA Y HELADERAS, EFECTO EN LOS HIJOS
PERCEPCION DEL OPERADOR SOBRE LA MADRES Y LA CORRELACION CON LO EXISTENTE EN LA ALACENA Y LA HELADERA
Se detalla el orden de los alimentos con mayor presencia en los hogares y la correlación con el aspecto de la madre según la percepción del encuestador.
En la Tabla 2, se puede observar que hay productos que no modifican las proporciones de la distribución de la madre en las categorías delgada, normal, sobrepeso, obesidad. Otro grupo de alimento que disminuyen la proporción de madres con sobrepeso y obesidad; y finalmente, el último grupo de alimentos cuya presencia produce incremento de las madres con sobrepeso y obesidad.
Los alimentos que no se relacionaron con las categorías de peso (Ω) fueron: arroz, fideos, huevos, sal, verduras carne, aceite, frutas frías y harinas, frutas naturales, dulce de leche, agua común, manteca, agua mineral, pescado en lata, copos de maíz, salsas, crema frutos en lata, aceitunas, limonada y morrones. Mientras que s alimentos (@) que se relacionaron con las madres delgadas o normales fueron que predisponen al aumento de madres delgadas o normales que fueron: legumbres, queso untable y frutas secas; y aquellos (€) que predisponen al aumento de madres con sobrepeso y obesidad que fueron: azúcar, leche, queso común, galletitas dulces, mayonesa mermelada, galletitas saladas yogur, jugos líquidos, pan común, tomate, mostaza, Ketchup, fiambres, salchichas, hamburguesas, postres gaseosas, helados, picadillos, pan de molde, conservas jugos en sobre, papitas, chizitos y palitos.
Los cinco alimentos que generaron la mayor proporción de madres con sobrepeso y obesidad (cuya media es 41,7%) fueron: Palitos salados: 63,8%; Chizitos: 62.0%; Picadillo: 57,5%; Gaseosas 55.9%; Papitas 54.3% Tabla 2
TABLA 2 ALACENA Y HELADERAS, EFECTO EN LAS MADRES
CONSUMO EN LOS CUMPLEAÑOS Y SU CORRELACION CON EL APSPECTO DEL N
Con respecto productos/alimentos ofrecidos en los festejos de cumpleaños, se observó que en los niños las gaseosas, chizitos, pizzas, palitos, mayonesa, jugos salchicha, tartas, hamburguesa, kétchup, helado, mostaza, pebete, masas, facturas y bizcochos tuvieron relación directa con aquellos que tenían exceso de peso (€); mientras que el agua mostro relación con los delgados (@). El resto de los alimentos, tortas, papitas, golosinas, sándwich, galletitas dulces, tomate, lechuga, maníes y galletitas salados no produjeron diferencias entre las categorías del estado nutricional del niño (Ω) (TABLA 3).
TABLA 3. CUMPLEAÑOS, EFECTO DE EN LOS NIÑOS
CONSUMO EN LOS CUMPLEAÑOS Y SU CORRELACION CON LA PERCEPCION DEL ASPECTO DE LA MADRE
Con respecto productos/alimentos ofrecidos en los festejos de cumpleaños, se observó que en las madres las tortas, papitas, chizitos, pizzas, mayonesa, sándwich, salchicha, tartas, hamburguesa, kétchup, galletitas dulces, mostaza, pebete, masas, galletitas saladas, facturas y bizcochos tuvieron relación directa con aquellas que tenían exceso de peso (€); mientras que el agua, tomate y fruta mostro relación con los delgados (@). El resto de los alimentos/productos, gaseosas, golosinas, palitos, jugos, helado, lechuga, maníes salados y con cascara no produjeron diferencias entre las categorías del estado nutricional de las madres.
TABLA 4, CUMPLEAÑOS, EFECTO EN LAS MADRES
RELACIÓN ENTRE EL ASPECTO DEL NIÑOS Y EL ENTRETENIMIENTO EN LOS CUMPLEAÑOS
En lo relacionado a las diferentes actividades recreacionales en los cumpleaños podemos observar que los entretenimientos llamemos “estáticos” como cantos, cuentos y payasos, donde los niños suelen estar sentados, se relacionan con un aumento de aquellos con sobrepeso y obesidad (€). Por otra parte las actividades “dinámicas” como jugar con globos y tobogán, que demanda actividad física, aumentan la proporción de niños delgados o normales (@), mientras que el resto de los entretenimiento no se correlacionaron con las categorías de peso (Tabla 5).
TABLA 5. ENTRETENIMIENTOS DE LOS NIÑOS/AS EN CUMPLEAÑOS
RELACIÓN ENTRE EL CONSUMO DE COMIDAS RAPIDAS Y ASPECTO DEL NIÑO
En las tablas 6 A y B, se observa que a medida que aumenta la frecuencia de concurrencia a locales de comida rápida, la proporción de niños y madres con sobrepeso y obesidad aumentan.
TABLA 6 A PERCEPCIÓN DEL ESTADO NUTRCIONAL DE LOS NIÑOS PARTE DEL OPERADOR Y LA RELACIÓN CON LA ASISTENCIA A LOCALES DE COMIDA RÁPIDA
Chi = 100.89 gl 12; P 0.000000
TABLA 6 B PERCEPCIÓN DEL ESTADO NUTRCIONAL DE LA MADRES PARTE DEL OPERADOR Y LA RELACIÓN CON LA ASISTENCIA A LOCALES DE COMIDA RÁPIDA
Chi = 42.24 gl 12; P 0.000000
Comparación entre la percepción del operador sobre el “volumen” de la madre y la autopercepción de la madre sobre su volumen corporal
VOLUMEN CORPORAL SEGÚN EL OPERADOR: 14,5% (n= 161) delgadas, 43,8% (n=501) normales, 27,6% (n=316) con sobrepeso y 14,1% (n=161) con obesidad.
VOLUMEN CORPORAL SEGÚN LA PROPIA MADRE: 15% (n= 172), delgadas,
53,1% (n= 607) normales, 23,4% (n= 268 con sobrepeso) y 8,5% (n= 97) con obesidad
Esta diferencia de percepción y autopercepción fue altamente significativa
(chi: 350,93; gl: 9; p= <0.0001).
Si hacemos el índice de correlación (operador/madre) vemos que hay una alta correlación con la mujer “delgada” (0,96) una correlación inferior en la “normalidad” (0.82) y el “sobrepeso” (0.85) y una correlación muy baja en la obesidad (0.60)
Tabla VII. Índice de correlación entre percepción, autopercepción y estado nutricional
OBSERVACIONES SOBRE LA DISTORSION ENTRE PERCEPCION Y AUTOPERCEPCION Y DISTRIBUCION DE LOS ASPECTOS DEL NIÑO
Se realizó finalmente el análisis sobre la distribución de los diferentes aspectos de los niños, en relación entre el volumen corporal y la percepción del operador y la autopercepción de la madre.
Si vemos la distribución del aspecto del niño (delgado, normal, sobrepeso y obesidad) en función de la distorsión A, B y C. Los grupos B y C acumulan proporción significativamente mayor de niños con sobrepeso y obesidad. Chi 2 = 30.49 GL 6 P: 0.00003 (ver gráfico).
Cuando analizamos los diferentes grupos de las “Distorsiones” surge que las madres que se ven de mayor volumen del que tiene aumentan la proporción de niños con sobrepeso y obesidad, pero las madres que se ven de menos volumen del que tienen aumentan mucho más estas proporciones. El valor altamente significativo a expensas de las madres que se ven más delgadas. Grafico 1
TABLA VIII. Relación entre la percepción del encuestador y la autopercepción de la madre
Gráfico 1
DISCUSIÓN
Ludwig Feuerbach, filósofo y antropólogo alemán, escribió en el año 1850 en “Enseñanza de la alimentación”, la famosa frase «somos lo que comemos». Efectivamente, dicha afirmación se aplica a las observaciones y relaciones evidentes plasmadas en nuestro trabajo entre el consumo de alimentos ultraprocesados con mayor índice de sobrepeso/obesidad. [7]
La importancia de los resultados obtenidos y de la evidente vinculación directa antes mencionada, radica no en la percepción que el observador o entrevistado pudieran tener respecto a la imagen corporal, sino la consecuencia que el estado de sobrepeso/obesidad eventual puede generar en la persona, las consecuencias que ello puede conllevar, siendo mayor el riesgo cuando participa en la ecuación un consumo de alimentos ricos en grasas saturadas y pobres en nutrientes esenciales (ya sean macro o micronutrientes).
Es cada vez más evidente y alarmante el porcentaje creciente de población con problemas de sobrepeso y obesidad, siendo llamativo el incremento en la población pediátrica. Resulta alarmante también, como muchas veces la población no es consciente de lo que el exceso de grasa corporal implica, no por el aspecto físico de la persona, sino por el impacto y asociaciones patológicas que este puede conllevar.[8]
El sobrepeso y la obesidad infantil son reconocidos predictores del riesgo de obesidad en la adultez y, así mismo, factores de riesgo para el desarrollo de enfermedades no transmisibles como la hipertensión arterial, dislipemia, enfermedad hepática (hígado graso), diabetes, síndrome de ovario poliquístico y apnea obstructiva del sueño, así como problemas psicosociales que incluyen la discriminación, aislamiento, baja autoestima y acoso hostigamiento o “bullying”, generando todo esto repercusión en la salud, educación y calidad de vida de la persona. Se estima que entre el 40-60% de los niños obesos se convertirán en adultos obesos, con consecuencias para su salud. [9] [10] [11]
Las preferencias en alimentos y patrón dietario impactan en el peso desde la edad pediátrica. Hábitos dietarios no saludables, que incluyan alimentos con azúcar agregada, sodio y grasas saturadas, están asociados a un aumento del riesgo de obesidad en la infancia.[12]
Es justamente durante la infancia, principalmente con la transición de alimentación basada exclusivamente en leche a una que incluya alimentos semisólidos, donde la alimentación se torna un desafío en muchas oportunidades.[13] Aquí es cuando muchos de los problemas de alimentación comienzan, dado que con la finalidad de que el niño coma, se le ofertan opciones de alimentos no saludables pero ricos al paladar que terminan teniendo un efecto adictivo y contraproducente en el niño. Lo que resulta llamativo es que, aún con la importante divulgación que existe y el público conocimiento de los beneficios de la alimentación saludable que existe actualmente, los datos epidemiológicos obtenidos a través de encuestas revelan que entre los 6-11 meses de edad, 25% de los niños no consumen vegetales y 17% ninguna fruta a lo largo del día. A partir de los 11 meses, la frecuencia y consumo de alimentos no saludables es cada vez mayor.
No obstante, vale reconocer la difícil tarea que representa el combatir esta situación siendo que el aumento epidémico que se está observando respecto a la obesidad infantil, coincide también con el marketing y amplia publicidad existente respecto a los alimentos industrializados, la frecuencia aumentada en el consumo de snacks y el contenido calórico elevado de los alimentos.
Dado que el tipo de dieta que lleva una persona sigue un patrón de consumo alimentario, y que la dieta en sí misma es un factor de riesgo modificable, entender los distintos patrones de alimentación y la influencia real que estos tienen en forma directa con el sobrepeso y la obesidad, resulta crucial. En la medida que no se otorgue el valor correspondiente a la necesidad de aumentar el consumo de alimentos saludables ricos en fibras y vitaminas, dejando de lado el exceso de azúcar y grasas, estamos condenados a ser testigos del impacto silencioso y mortal que estos últimos producirán.
Patologías como el hígado graso, así como la diabetes, la hipertensión arterial o los trastornos lipídicos, que eran consideradas de la “adultez” ya se observan en la población infantil, no obstante, resultan también secundarias a los malos hábitos alimenticios, a la ausencia de actividad física y aumento de los comportamientos no saludables (uso de pantallas, aislamiento, tecnología excesiva) lo que está generando el adelanto temporal en la presentación de estas patologías respecto a edad, con el impacto que esto produce. Cada vez son más los niños con patologías de adulto, que presentan hallazgos clínicos de cronicidad y de daño a órgano blanco con variables bioquímicas alteradas.
Este trabajo pone en evidencia que aquellos que se adhieren a patrones dietéticos compuestos de alimentos ricos en grasa, azúcar y aditivos, tienen más probabilidades de desarrollar sobrepeso y obesidad que aquellos que no los poseen. Resulta importante la visión que los padres tengan respecto de si mismos vinculado a su imagen corporal, porque dicha apreciación se extrapola a sus hijos y en definitiva es lo que marcará eventualmente el destino del pequeño respecto a alimentación y estado eventual saludable o no. Los patrones de alimentación de los padres y lo que consideren apto permisible para estar incluido en la alacena y cumpleaños familiar, muestra relación directa con el aspecto físico del progenitor y del hijo. La importancia radica en concientizar que las decisiones respecto a lo que comemos no deben ser tomadas a la ligera, dado que son marcadores de una tendencia y pronóstico con probables secuelas a futuro que modificarían la calidad de vida.
CONCLUSIONES
- La sola existencia de algunos alimentos como habito cultural de provisión en la familia condiciona muy significativamente la tendencia de sobrepeso y obesidad.
- Los alimentos provistos en los cumpleaños condicionan significativamente la existencia de niños con sobrepeso y obesidad
- Impacta mucho mas lo que se oferta en la casa que lo que se oferta en los cumpleaños
- Cuanto mas concurren los niños a los locales de comidas rápidas mayor es el número de niños con sobrepeso y obesidad.
- Las madres que se ven a si mismas de menor volumen a lo observado por el operado aumenta la proporción de niños con sobrepeso y obesidad
Bibliografía
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